lunes, 6 de abril de 2009

Tere y sus (can)arios

Sí, es que boni se pone ya muy contento cuando lo ve a usted, vea como le brincó ahora, y él antes no le brincaba nada y a su papá también, mire que antes ni lo voltiaba a ver. Es que él ya es muy apegado a mí, cuando la gente me pregunta que si ese es mi bebé yo les digo que sí que ese es mi bebé, es que yo lo trato como si fuera un bebé mimado, es que él es el bebé de la casa, el bebé de tere.

Mire que cuando ustedes se iban y boni se quedaba solo siempre se quedaba llorando toda el santo día mijo, entonces yo iba y me asomaba por una ventana y lo llamaba, y él feliz se dejaba sacar por la ventana y yo me lo llevaba pa la casa y así se fue quedando.

 

Sí, acá siempre han tenido perros, a mi mamá le regalaron a coronel que lo trajeron de estados unidos. Primero era de Consuelo y se lo regalaron después a doña Carmenjulia pero ella no se lo aguantó, je es que coro era muy cansón, entonces se lo devolvió a Consuelo y mi mamá un día fue y le dijeron que si se lo quería llevar y ella encantada, se vino con ese perrito toda contenta pa la casa pero a mí me tocaba cuidárselos, a coro y a chiquitín que era como de este tamaño y de color no como café sino como blanco café con leche, a es que a usted le tocó conocer a chiquitín pero que pecao como se murió… sí, es que a mí me va a dar mucha tristeza cuando boni se muera, como cuando coro que allá en el solar todo triste y yo acá haciendo arepas empezó a botar sangre por la boca, ay! pero allá está, yo le hice un hueco así de este tamaño pa enterralo como a los otros. ¿Usted no conoció a Morgan no cierto? sí ese sí que era grande, ese se lo regalaron a mi papá y lo quería más, pero un día se nos voló y lo vinimos a encontrar en una finca por allá abajo, pero el señor que lo cuidaba no nos lo quiso devolver entonces allá se quedó el Morgan. Y también uno que se llamaba Guardián que ese era más bonito pero el mellizo siempre se lo quería robar. Ese perro era de uno de esos ¿cómo es que se llaman? bueno de esos arrugados, no ve que hasta Leonel se limpiaba la comida con las orejas de Guardián y decía que es que se limpiaba muy bueno, pero vea lo que es la vida ninguno de los dos está ya.

Y los canarios también, a mí siempre me han gustado los pájaros vea que por acá me preguntan que si se los puedo vender o cambiar y yo les digo que no, que los canarios no los vendo ni los cambio. Es que a mí si me gusta como cantan esos berracos, y hay uno que canta toda la tarde y no para. Yo los quiero mucho, ah y usted ha visto los que vienen aquí a comer al solar, viene uno lo más de lindo que es como uno de esos garrapateros pero de colores, así con la cola larga larga, y a veces viene un turpial con esa coronita toda amarilla y es lo más de vivo, llega y empieza a espantar a todos los otros pa quitarles todo el alpiste que se le riega a mis pájaros. Hay y ese mellizo le tiene como unas ganas al que canta todo el día, no ve que a veces cuando venía por las arepas me decía que se lo dejara ver, que si el pájaro tiene cría que hay mismo le dijera, que si no estaba aburrida con ese pájaro cantando todo el santo día. Que pájaro más hermoso. Pero bueno hay le seguimos dando, al menos ya no me toca madrugar tanto, ya me puedo levantar a las 6, no ve que ya no estoy cuidando casi muchachitos y ya sólo hago las arepas de Luz y pa su mamá que a veces lleva.

Sí, es que esas arepas me tenían mamada. Pero bueno hay tengo a  ninfa y a boni que es mi hijo y a los pájaros.

 —Yo digo que tenés en tus manos el mundo, la masa, tus perros, la humildad, los días, el dormirse a las 9 para levantarse a las 3, los chinches, la esencia sin saber, la simpleza de tomarse un tinto y sonreír, las arepas, los animales, la vida…— (eso no te lo dije, eso te lo abrasé).