sábado, 20 de junio de 2009

Lo único eterno es volver

Se sienta a la sombra del mango, descansa de cortar el pasto con su machete y sus manos, saca de su bolsillo un pequeño libro verde (algo oxidado y con los bordes de orejas renegridas llenas de tierra) ; respira hondo el olor del prado recién cortado y se hunde como clavando un tornillo con sus ojos en la lectura.

Pasa las hojas ocres con sus manos cuadradas y toscas hasta llegar donde tiene una hoja larga de pomo que le sirve de separador y señala con su dedo curtido una línea subrayada que dice: “lo único eterno es volver”, se detiene un rato no muy largo en los tubos de luz que deja pasar el mango entre sus hojas y deja agachar su cabeza con la marca del sombrero en las cienes mojadas por el sudor, vuelve a leer: lo único eterno es volver; exhala un aire pesado y caliente como soltando la tarde por la boca, sin pasar de la línea del libro sigue meciéndose entre las palabras, pasando los ojos por cada letra por cada espacio, sin avanzar de la frase que lo tiene atrapado, como encerrado de volver a: lo único eterno es volver; lo único eterno es volver; lo único eterno es volver; está como en un círculo, piensa en como la tierra le gira y le gira repitiendo año tras año su lento movimiento redondo y volver a empezar; lo único eterno es volver; está atrapado en un juego de espejos y de recuerdos, pero por qué atrapado si es sólo un atado de palabras, un libro simplemente verde, un árbol sólo de mangos, pero por qué: lo único eterno es volver; además por qué no es capaz de continuar con otra línea del libro, 5 palabras que lo tienen alcanzado, sujetado; ya no puede dejar de mirar: lo único eterno es volver, no sabe si es la frase o él, o peor, los dos; no pasa de la línea, como si las palabras lo mordieran y se quedaran pegadas de su mirada, ya no es posible mirar el mango, ni su machete, ni siquiera ve sus manos, ya son las 5 palabras: lo único eterno es volver, y empieza de nuevo su recorrido por la ele y termina sabiendo que nunca va a terminar en la ere, pero qué es: lo único eterno es volver, porqué, si es sólo mover los ojos y seguir a otra frase que diga: lo único eterno es volver, no, imposible, no hay más palabras; se siente mareado, con la nausea del hastío, no sabe cuanto tiempo ha estado leyendo sin avanzar de lo único eterno es volver y lo único eterno es volver; se siente como con esa cancioncita que se aferra de la mente y uno a sacarla pero nunca porque lo único eterno es volver; grita, sí, un grito que no se oye, porque no se está gritando, se está leyendo: lo único eterno es volver, está desesperado, arde por dentro y se retuerce, tiembla como un perro en un puente pero ni lo piensa porque lo único eterno es volver, jadea fuerte, pero ni se oye él mismo, vuelve a gritar, pero se lee lo único eterno es volver en todo el cuerpo, en todo, en todos, está encerrado, lo sabe, como a muchos cuando están leyendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Contundente como las cosas que se hacen sabiéndolo. Contundente señor.

Catalina Arroyave. dijo...

Waw! Qué puedo decirte compañerito cronopio... Tal vez que lograste que la idea se apoderara de las letas y así del que las lee, pero tal vez lo más acertado sea decirte que me encantó. Todo. Mucho.